¡A las voluntades de lo divino y lo humano!
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Eso fue lo que yo le respondí al doctor del tribunal médico de l SAS. El nuevo rebrote de mi enfermedad, me llevó a la baja laboral nuevamente, al tratamiento de choque de la quimioterapia en el hospital, y posteriormente el programa de mes lunar de 21 días, de un novedoso sistema muy selectivo en contra de las causantes de mi mal.
Revisado el escueto informe remitido de mis doctores del hematología, y tendiendo mi historial de aquella inusual situación de baja absoluta permanente con el cien por cien, pero revisable al año, y una vez devuelto a mi puesto de trabajo, el tribunal medico, nuevamente, resolverá socialmente, y espero que definitivamente para siempre mi baja laboral, es decir me dejen jubilado para siempre en las mejores condiciones posibles. E ahí aquello de la ocurrente frase” A las voluntades de lo divino y lo humano.” Mirándole a los ojos le estreche la mano y salimos del despacho funcional los dos, mi esposa y yo. Que mas bien podría; decir todos .Sí, por que mi mujer es esposa, enfermera, compañera, madre de mis hijos y diván donde reposo mi cabeza para mutuamente darnos ánimos en nuevamente vencer esta contrariedad.
Estuve el día completo de ahí, al hospital de día, para la ultima dosis del primer ciclo de los eyectables, y luego las tomas de fármacos a su hora, que ya eso se encarga mi mujer. De administrármelo. La radio constantemente, en mis oídos, poniéndome al día medias, porque voy como sonmoliendo, como quien padece una liguera resaca.
La política nacional está igual o peor, siguen los mismos de siempre, la corrupción del partido popular es tan evidente, que causa expectación a ver como resuelven lo del gobierno balear, y otros casos que ya, ni me alcanza vislumbrar las múltiples variantes a cual peor.
Estos días se habla mucho y bien de Miguel Hernández, corro a mi discoteca y busco a Serrat, pongo el disco que musicó sus poemas. Con los auriculares puestos pasé horas oyendo una y otra vez, las canciones que arrancaban lagrimas de estado depresivo, que según mi mujer. es un síntoma de la pastilla no se qué.¡siento miedo interno! De no saber poner el mismo arrojo que cuando me diasnogticaron la enfermedad.
Como no puedo, no quiero, estar impasible he hacer algo, y lo hago llevo semanas liado con un trabajo para la wed Kungfumanánia.es. El resultado se transformará en un libreto con abundante documental periodístico, y cronológico, sobre las primeras 40 películas, del cine de Hong Kong, estrenadas aquí en España, sus carteles, criticas en la prensa, clichés de publicidad en la prensa y anécdotas, que las hubo y muchas y de todos los colores, ¡total! que todo eso, necesita un nombre, un título que o lo he bautizado “¡Que llegan desde Hong Kong!”(Cine de kung fú y pan con
manteca).
Espero que guste el trabajo, que más que una tarea autoimpuesta, es una parte de mi terapia, para pasar las interminables horas del reloj, que ya no me marca el compás de las obligaciones.
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Eso fue lo que yo le respondí al doctor del tribunal médico de l SAS. El nuevo rebrote de mi enfermedad, me llevó a la baja laboral nuevamente, al tratamiento de choque de la quimioterapia en el hospital, y posteriormente el programa de mes lunar de 21 días, de un novedoso sistema muy selectivo en contra de las causantes de mi mal.
Revisado el escueto informe remitido de mis doctores del hematología, y tendiendo mi historial de aquella inusual situación de baja absoluta permanente con el cien por cien, pero revisable al año, y una vez devuelto a mi puesto de trabajo, el tribunal medico, nuevamente, resolverá socialmente, y espero que definitivamente para siempre mi baja laboral, es decir me dejen jubilado para siempre en las mejores condiciones posibles. E ahí aquello de la ocurrente frase” A las voluntades de lo divino y lo humano.” Mirándole a los ojos le estreche la mano y salimos del despacho funcional los dos, mi esposa y yo. Que mas bien podría; decir todos .Sí, por que mi mujer es esposa, enfermera, compañera, madre de mis hijos y diván donde reposo mi cabeza para mutuamente darnos ánimos en nuevamente vencer esta contrariedad.
Estuve el día completo de ahí, al hospital de día, para la ultima dosis del primer ciclo de los eyectables, y luego las tomas de fármacos a su hora, que ya eso se encarga mi mujer. De administrármelo. La radio constantemente, en mis oídos, poniéndome al día medias, porque voy como sonmoliendo, como quien padece una liguera resaca.
La política nacional está igual o peor, siguen los mismos de siempre, la corrupción del partido popular es tan evidente, que causa expectación a ver como resuelven lo del gobierno balear, y otros casos que ya, ni me alcanza vislumbrar las múltiples variantes a cual peor.
Estos días se habla mucho y bien de Miguel Hernández, corro a mi discoteca y busco a Serrat, pongo el disco que musicó sus poemas. Con los auriculares puestos pasé horas oyendo una y otra vez, las canciones que arrancaban lagrimas de estado depresivo, que según mi mujer. es un síntoma de la pastilla no se qué.¡siento miedo interno! De no saber poner el mismo arrojo que cuando me diasnogticaron la enfermedad.
Como no puedo, no quiero, estar impasible he hacer algo, y lo hago llevo semanas liado con un trabajo para la wed Kungfumanánia.es. El resultado se transformará en un libreto con abundante documental periodístico, y cronológico, sobre las primeras 40 películas, del cine de Hong Kong, estrenadas aquí en España, sus carteles, criticas en la prensa, clichés de publicidad en la prensa y anécdotas, que las hubo y muchas y de todos los colores, ¡total! que todo eso, necesita un nombre, un título que o lo he bautizado “¡Que llegan desde Hong Kong!”(Cine de kung fú y pan con
manteca).
Espero que guste el trabajo, que más que una tarea autoimpuesta, es una parte de mi terapia, para pasar las interminables horas del reloj, que ya no me marca el compás de las obligaciones.
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